Jack Goldstein

14 de jul de 20222 min.

Ojo Israel

Con el positivo ánimo de la sana reflexión y autocrítica, vuelvo a listar algunos temas, esta vez de un artículo de febrero de 2018, sobre de la realidad israelí, que personalmente me quitan el sueño.
 

  • Ojo cuando a la Kneset le da por considerar instaurar la pena de muerte. El cuchillo es de doble filo.

  • Ojo cuando a la Kneset le da por condicionar las negociaciones sobre Jerusalem a un nuevo mínimo de 80 votos.

  • Ojo con no pararle suficientes bolas al BDS. Cualquier éxito de ellos es un éxito nuevo que antes no tenían. El tema sigue muy vigente, contagioso y seductor.

  • Ojo cuando aplicamos dobles raseros. ¿Qué pasa cuando judíos fanáticos cachetean a soldados? (ver caso Alkobi)

  • Ojo cuando a un ministro le da por decir en voz alta que ya es suficiente que los bombazos israelíes sobre Gaza solo causen daños materiales y que es hora de que haya víctimas mortales

  • Ojo cuando después de recibir 40.000 refugiados africanos, ahora el plan es ver cómo deportarlos o encarcelarlos, o cómo contratar civiles que ayuden a deportarlos

  • Ojo a la hora de deportar arbitrariamente a ciertos turistas con permisos, patrocinios de reconocidas instituciones judías, tiquetes de regreso y cartas de los mismos consulados israelíes (ver caso Yehuda Kimani, Abayudaya de Kenya). Y a consecuencia de eso, ojo cuando Birthright suspende ciertos programas por miedo a que algunos de sus participantes sean deportados por no cumplir las siempre cambiantes y caprichosas normas del Ministerio del Interior y la Rabanut.

  • Ojo a la talibanización, clausurando vía decreto de la Kneset, tiendas en Shabat, en un país que es para todos sus ciudadanos.

  • Ojo cuando el mismo presidente del país habla de una crisis moral y de valores.


 

 


 

 

    51
    1