El Nelson que yo conocí
Por Evelyn Drezner
Conocí a Nelson Osorio en el año1983, él estaba en su tercer año de jurisprudencia en la Universidad del Rosario y yo una primípara que se le dificultaba la clase de Derecho Romano y todas estas leyes escritas en Latin, y Nelson en su inmensa generosidad a un café me invito para enseñarme a entender en Español el concepto de este idioma totalmente desconocido para mi; eso sí, había una condición, que yo le enseñara de Judaísmo y le contara de Israel de donde yo había regresado unos meses antes.
Este fue el inicio de una amistad de más de 40 años, donde él en su inmensa forma de expresar su cariño me bautizó como su “Princesa de la Fe Mosaica”. Después de clases nos íbamos a almorzar y charlar cuando no teníamos otros compromisos y, recuerdo especialmente un medio día que llegamos en el centro de Bogotá a un restaurante árabe, al entrar había una foto de Yasser Arafat, líder en ese entonces de la OLP. Yo me asusté y le rogué que nos fuéramos y el insistió que no tuviera miedo. Al rato, se nos acercó un señor que se identificó como el representante de la OLP en Colombia, y Nelson le dijo que éramos judíos, y magistralmente con su sabiduría defendió la existencia del Estado de Israel, el cual amaba profundamente y ya de adulto visitó varias veces, dejando a este señor sin palabras ni fundamentos.
Después de graduarse de abogado y yo de cambiar de carrera y universidad, nuestros caminos tomaron rumbos diferentes por un tiempo hasta que regresé a Colombia casada y él, quien había regresado de su misión diplomática ante el Vaticano, trabajaba en la Cancillería como mano derecha de la Canciller del momento, y otra vez, en su inigualable generosidad, nos ayudó para que mi esposo no fuera un indocumentado en nuestro país.
Trabajando en la Cancillería, conoció al Rabino Goldschimidt y a Raquelita y se vuelve asiduo al kabalat shabat en la sinagoga, donde gracias a sus conexiones y amistad con diferentes miembros nos solo del cuerpo diplomático sino del clero, logró que fuéramos visitados en diferentes ocasiones por ellos. Recuerdo particularmente la visita del Nuncio Apostólico, fomentando así una mejoría en las relaciones bilaterales entre la Iglesia Católica y la comunidad Judía de Colombia. Nelson fue un gran admirador y un gran amigo de nuestra comunidad desde esas primeras conversaciones que teníamos en épocas universitarias.
Nelson, un ser humano con muchas ganas de aprender y compartir sus conocimientos, amaba igualmente la literatura como el arte y la música, una de las últimas cosas que hizo en Colombia fue curar la colección de arte de Banco de la Republica de lo cual se sentía muy honrado que lo hubieran llamado a esta labor.
Nelson amo Italia y Roma en particular, y todo lo que involucraba la cultura italiana. Un gran conocedor de los Médicis, del Dante y mucho más. Ese amor lo llevo muy joven a se nombrado Ministro Plenipotenciario de Colombia ante la Santa Sede en el Vaticano, y hace menos de un año presentó sus credenciales como Agregado Cultural de la Embajada de Colombia en Italia.
En su cumpleaños hace poco mas de un mes nos comunicamos y le dije que pronto lo visitaría en esa ciudad que tanto amábamos los dos. Lamentablemente esa visita me tocará hacerla sola perdiendo la oportunidad de visitar lugares maravillosos guiados por el, ya que esta madrugada mi amigo , mi maestro, el que tanto amo la Fe Mosaica nos dejo después de una penosa enfermedad.
¡Vola alto mio caro amico, un grade bacio e ti recordero sempre!
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