Diez Mandamientos 2.0.1
Actualizado: 11 ago 2020
Julio de 2013
Hace cosa de un año escribí un artículo que en su momento sólo pude publicar en mi cuenta de facebook. Lo había titulado “DIEZ MANDAMIENTOS 2.0” y se convirtió en el único que a la fecha me ha merecido varios ataques directos y por escrito. Fui acusado de ateo y me recordaron, entre otras, que ha sido la falta de Dios la que ha llevado a la humanidad a tantas desgracias, que sólo a través de Él es que se puede llegar a la Salvación o a cualquier forma de bondad en este mundo (planteamientos equivocados, en mi humilde opinión). Claro está, también tuve varios mensajes de apoyo y más de uno ayudó aportando ideas y “Mandamientos”. La premisa era bien sencilla: ¿Qué comandaría Dios si se comisionara Diez Mandamientos no para un mundo teocrático como Él dispuso inicialmente, sino para uno humanista, secular, librepensador, tolerante e igualitario? No se trata acá de suplantar a la Divinidad (¡Que ni Dios lo quiera!), ni de retar la relevancia de Sus Leyes o de hacerle mofa. Pero sí se trata de generar creatividad y análisis y de llamar la atención sobre muchos comportamientos hoy tolerados y que se desvían de cualquier norma ética. Al fin y al cabo, somos Israel, “aquel quien pelea con Dios”, y para eso tenemos licencia desde épocas bíblicas.
¿Qué comandaría Dios si se comisionara Diez Mandamientos no para un mundo teocrático como Él dispuso inicialmente, sino para uno humanista, secular, librepensador, tolerante e igualitario?
Hoy, con esta introducción (y la edición 2.0.1), mi intención es sugerir para nuestra cotidianidad unas pautas de buen comportamiento personal y comunitario. Quiero ante todo hacer un llamado para que, comenzando por nuestros rabinos, pasando por líderes comunitarios, maestros, rectores, aquellos quienes diseñan el pensum académico o los seminarios y terminando con todos aquellos que constituimos las masas de nuestro pueblo, nos comprometamos a replantear directrices y códigos de conducta. ¿De qué nos sirve tanta leguleyada si pasamos por alto la razón de ser de nosotros mismos? ¿A qué jugamos si desconocemos nuestras lealtades a familia, comunidad, patria y nación? ¿Podemos seguir aceptando la máxima de que el que reza y peca empata?, o que ¿Cómo nadie está libre de culpa entonces ni tiramos piedras ni condenamos actitudes?
No quiero invalidar los principios de la fe o los preceptos religiosos. Por el contrario, celebro la diversidad y el derecho de cada persona a escoger su camino y la manera vivir su judaísmo. No pienso que a través de la religiosidad se llega necesariamente al mal. Pero sí estoy diciendo clara e inequívocamente que exclusivamente a través del rezo, del cuidado de las mitzvot del Hombre para con Dios, del pago (y la aceptación) de tsedaka como instrumento antiséptico de vicios comerciales, y de esa nueva obsesión de aferrarse ciegamente a intangibles como el Más Allá (olvidando el Muy Acá), El Mesías, El Tanya y la Kabalá no llegaremos a ningún bien. Todo debe ir en moderación. A menudo sí estamos dejando en un triste segundo plano aquellas mitzvot del Hombre para con su prójimo. Atrás quedan aquellas normas que deben regir nuestras lealtades, nuestra ética profesional y comercial, y nuestro compromiso con una sociedad civil y pluralista. Como los árboles que no dejaban ver al bosque, es mi sentir que el cumplimiento de tantas mitzvot del Hombre para con la Divinidad nos está haciendo pasar por alto la mitzva de ser una Luz para las Naciones y descuidar aquellas de Ahavat Israel.
Como preámbulo a otros artículos en éste sentido, acá les dejo un borrador de Mandamientos 2.0.1 para la reflexión y sus bienvenidas críticas. Para quienes me quieran tratar de ateo o hereje, sólo les quiero aclarar que efectivamente sí creo B´emuna Shelema, que las mitzvot del hombre para con su prójimo siempre merecen más mérito y respeto que aquellas que nos relacionan con la Divinidad. Total, nos enseñan que Dios nos perdona en Kipur; es cuestión de nosotros sabernos portar entre nosotros, de perdonar o pedir perdón.
Aquí van…
1. Yo soy tu Dios y no inventé las religiones. Podrás encontrar la moralidad a menudo por fuera de ellas y no estarás obligado a dedicar ni tu vida ni tus recursos a Mi
2. Respetarás la legislación civil en cada país y no regirás a tus naciones por ninguna ley que se Me atribuya por el simple hecho de ser de Mi autoría. Usa tu razón para saber aplicar cuáles de Mis leyes son relevantes y oportunas, y para saberlas interpretar con sabiduría. No te esconderás en tu particular interpretación de Mis leyes para violar las de tu sociedad
3. Podrás usar Mi nombre en vano. No creerás ciegamente en ningún tipo de juramento hecho en Mi nombre. Respetarás el derecho a la blasfemia y recordarás que no soy ni tan celoso ni tan implacable como me describieron la primera vez
4. Te guiarás por el Libre Albedrio y no Me harás responsable por tus actos ni por los de otros. Evidentemente, ni se ha hecho Mi voluntad desde el Sexto día (y haz de cuenta que) ni tampoco he intercedido en momento alguno desde entonces
5. No esperarás cruzado de brazos a ningún Mesías. Ni ha venido (y haz de cuenta que) ni vendrá. Realiza tus sueños sin esperar castigos ni recompensas. Cosas malas sí le pasan a los buenos. Hasta nuevo aviso, nadie hablará en nombre mío ni me verá en sueños, desiertos o montañas
6. Desarrollarás tu creatividad y buscarás tu felicidad sin perjudicar a los demás. Desarrollarás las artes y nunca las restringirás
7. Desarrollarás el conocimiento técnico y científico para beneficio de toda la humanidad. La Eutanasia puede ser válida pero recuerda que nadie jamás ha regresado ni regresará de su muerte
8. Respetarás el Derecho a Equivocarse. El mal gusto no es pecado
9. Celebrarás y respetarás los derechos civiles de todos como iguales y reconocerás las diferencias entre géneros, etnias, nacionalidades y religiones que obviamente sí existen
10. Podrás sobre-copular, como adulto mayor y responsable, pero no podrás sobre-popular para que así entre todos puedan mantener el equilibrio de la naturaleza. En vista de que 3.500 años de homofobia fueron incapaces de probar que ni el matrimonio heterosexual es perfecto ni que los hijos de su unión salen siempre chéveres, durante los próximos 3.500 años permitirás el matrimonio homosexual y la adopción de hijos por parte de estas parejas. Podrás masturbarte y derramar tu semilla en vano.
Si hubiese una licitación para editar nuevos mandamientos, con carácter secular y humanista, ¿Cuáles propondrían ustedes incluir en esa nueva versión? ¿Cuáles debiéramos elevar a un status más elevado? ¿Cuáles hemos relegado injustamente pero sí debieran incidir más en nuestra cotidianidad?
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