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Dinamarca: un paĆ­s Justo de las Naciones



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Memorial en la plaza de Dinamarca, JerusalƩn.

Por David Alejandro Rosenthal

ā€œEl coraje danĆ©s y la generosidad sueca dejan un indeleble orgullo de los valores humanos en tiempos de barbarie. Israel y los judĆ­os del mundo nunca lo olvidaranā€. (Memorial en la plaza de Dinamarca, JerusalĆ©n).


El Reino de Dinamarca, es el país mÔs al norte de Europa y el mÔs meridional de los países nórdicos, fue declarado por el Yad Vashem, como un país Justo de las Naciones, por su heroica e inigualable gestión humanitaria con los judíos en Dinamarca. Esta nación, es la única de Europa que salvó a su población judía, sin duda es un grandioso país, en la actualidad considerado el país mÔs feliz del mundo y con mayor calidad de vida.

EstÔ claro, que Israel y los judíos del mundo nunca olvidaron este inconmensurable gesto, en tiempos de semejante barbarie. El pueblo danés representó la esperanza y la fe perdida en la humanidad en aquellos días.

La historia no perdonó a los judĆ­os de todos los confines de Europa, asĆ­ que los judĆ­os daneses o residentes en Dinamarca, fueron objeto de la amenaza nazi a la supervivencia de los hijos de Yaacov. El paĆ­s escandinavo, tenĆ­a una población judĆ­a de algo mĆ”s de 7000 almas, en principio, aunque hubo antes de la guerra otros 2000 judĆ­os de toda Europa, en calidad de refugiados. Sin embargo, en 1940 los nazis ocuparon Dinamarca (y Noruega -Operación Weserübung-), aunque por no haber opuesto resistencia y ademĆ”s ser un pueblo hermano ā€œarioā€, los alemanes dejaron a los daneses continuar con su soberanĆ­a en cierta medida, incluso se firmó una clĆ”usula de protección para los judĆ­os daneses.


El pretexto alemĆ”n de la ocupación escandinava era el de ā€œacto de protecciónā€ a estas naciones. A pesar de esta ocupación, los daneses siempre salvaguardaron las vidas de sus judĆ­os. En 1941 un grupo antisemita danĆ©s que intentó cometer un ataque terrorista -a la Gran Sinagoga de Copenhague-, promovido a raĆ­z de publicaciones contra los judĆ­os en un medio, fueron capturados y judicializados.


Para 1943 la situación cambió, cuando el movimiento insurgente de la resistencia danesa (Justos de las Naciones) se enfrentó a los alemanes y los nazis tomaron a 100 daneses prominentes, entre ellos a 13 judíos, como al gran rabino Max Friediger (enviados a Horserød y luego a Theresienstadt). El gobierno danés dimitió el 29 de agosto de 1943, quedando Dinamarca bajo estricto dominio nazi.


La Gestapo y la SS planeaban tomar a los judĆ­os daneses presos, con el fin de deportarlos a los campos de concentración y luego de exterminio. Para esa misión, fue designado como administrador civil para la Dinamarca ocupada; el temido y perverso Karl Rudolf Werner Best, asistente personal de Reinhard Heydrich, ā€œEl carnicero de Pragaā€.


La suerte parecía estar echada para los judíos daneses, no obstante, gracias a la Ôgil información de un diplomÔtico nazi: Georg Ferdinand Duckwitz (Justo de las Naciones), quien el 28 de septiembre de 1943 informó secretamente a la resistencia danesa y al líder del Partido Socialdemócrata danés Hans Hedtoft, los perversos planes nazis. Gracias a la información y apoyo de Duckwitz, la comunidad judía, liderada por el señor Henriques y el rabino Marcus Melchior, se enteró del destino que les esperaba.


Los judĆ­os de Dinamarca debĆ­an ser deportados el 1 de octubre de 1943, afĆ­n a los planes de Hitler. El 29 de septiembre de 1943, el rabino Melchior interrumpió el servicio religioso en la sinagoga de Krystalgade en Copenhague diciendo: ā€œNo tenemos tiempo para continuar con las oracionesā€. AsĆ­ que todos los judĆ­os se enteraron de los planes nazis de entre el 1 y el 2 de octubre de 1943 (correspondientes al aƱo nuevo judĆ­o -Rosh HashanĆ”-). El plan de la Gestapo era capturar a los judĆ­os y embarcarlos a los navĆ­os que habĆ­an dispuesto en el puerto de Copenhague.


No obstante, gracias a la información de Duckwitz, el apoyo de la policía y del gobierno danés, y por encima de todo del rey Christian X, la resistencia danesa y la población civil; la gran mayoría de los casi 8000 judíos que había en Dinamarca fueron evacuados en pequeños navíos de pescadores daneses a la neutral Suecia (el periplo era a través de la isla de Selandia, cruzando el estrecho de Øresund). Algunos pocos se suicidaron al no poder llegar a la costa sueca, otros naufragaron por el BÔltico y otro restante fue capturado por los alemanes.


Aunque 450 judíos fueron capturados y enviados a Theresienstadt, en donde fueron auxiliados por el gobierno danés hasta su liberación; gracias a la intercesión de la Cruz Roja Danesa y la Cruz Roja Sueca, dirigida por el conde de Wisborg, Folke Bernadotte (luego asesinado por grupo terrorista Lehi).


De hecho, el rey Christian X, visitó la sinagoga Krystalgade de Copenhague en un acto de solidaridad y se negó a ser cómplice del Holocausto judío. También, existe una leyenda popular sobre el rey Christian X y el pueblo danés, de que llevaron puesta una estrella de David amarilla como la que los nazis ponían a los judíos, en señal de conmiseración. Esta leyenda es ficticia pero real, e incluso mucho mÔs que eso, no solo fue un apoyo simbólico lo que hicieron estas personas, sino un auxilio tangible, documentado y que pasó a la historia.


Del mismo modo, el premio nobel de física de 1922, Niels Henrik David Bohr -judío danés- contribuyó a que Suecia (que ya había dado asilo a los judíos noruegos) salvaguardara las vidas de sus correligionarios y coterrÔneos, pues instó al rey Gustavo VI Adolfo de Suecia a anunciar por radio la ayuda que se prestaría a los judíos daneses a cambio de ir para Estados Unidos. Ya que, Niels Bohr, había sido solicitado al gobierno sueco para hacer parte del equipo del otrora ultrasecreto proyecto Manhattan, que produjo las primeras armas nucleares.


Así que, los daneses en su mayoría tuvieron el valor de ayudar a sus hermanos judíos -salvando al 99%-, proporcionÔndoles desde escondites, rutas de escape subterrÔneas, papeles falsos, comida, ropa, dinero (donaciones de ciudadanos e industriales daneses) y hasta con armas. En casas, granjas, iglesias y hospitales refugiaron a los perseguidos. Esto demuestra como una acción conjunta organizada de civiles pudo ejecutar un rescate de película bajo el escenario del terror.


EstÔ claro, que Israel y los judíos del mundo nunca olvidaron este inconmensurable gesto, en tiempos de semejante barbarie. El pueblo danés representó la esperanza y la fe perdida en la humanidad en aquellos días.


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Radanita (en hebreo, Radhani, רדהני) es el nombre dado a los viajeros y mercaderes judíos que dominaron el comercio entre cristianos y musulmanes entre los siglos VII al XI. La red comercial cubría la mayor parte de Europa, África del Norte, Cercano Oriente, Asia Central, parte de la India y de China. Trascendiendo en el tiempo y el espacio, los radanitas sirvieron de puente cultural entre mundos en conflicto donde pudieron moverse con facilidad, pero fueron criticados por muchos.

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