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La corrupción, el cáncer que corroe a la cúpula palestina



Por Eduardo Guinguis Roter (septiembre 2020)

Si el vaso no está limpio, lo que en él derrames se corromperá. Horacio, poeta latino En vista de los últimos acontecimientos en el Medio Oriente, nuevamente he decidido dirigirme a los dirigentes Palestinos en Chile.

Como lo he expresado anteriormente, soy absolutamente solidario con el drama que sufre su pueblo y como Judío y Sionista, entiendo que tenemos el deber de contribuir en su solución, pues que duda cabe que somos en parte responsables. Es por eso que a través de este blog he tratado de exponer argumentos para que la dirigencia Palestina local se desprenda de los agitadores políticos que han asumido su vocería y adopte a su vez una postura pragmática, influyendo en la sociedad Palestina para encontrar una solución al conflicto, en vez de perpetuarlo como ha sido el caso hasta ahora.

Como es de público conocimiento, Septiembre ha traído muy buenas noticias para Israel y el Medio Oriente en el ámbito geopolítico, pero que han significado un duro golpe para los dirigentes de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y el grupo terrorista Hamas.Efectivamente el día Miércoles 9 de Septiembre se celebró la 154 conferencia de ministros de relaciones exteriores de la Liga Arabe (esta vez en forma virtual) que discutió, entre otras ponencias, la indicación presentada por el embajador Palestino, que llamaba a condenar el reciente acuerdo entre los Emiratos Arabes Unidos e Israel. Para sorpresa de la representación Palestina, dicha indicación fue rechazada por unanimidad de los miembros y a su vez, se consignó que "cada país tiene el derecho soberano a conducir su política exterior de acuerdo a su propio interés". Lo anterior adelantándose a las esperados anuncios de nuevos países Arabes que establecerían relaciones diplomáticas con Israel.

Así fue como dos días después, el 11 de Septiembre, se anunció el establecimiento de lazos diplomáticos entre el Reino Árabe de Bahréin e Israel, cuarto país Arabe que contará con embajada en Israel. A lo anterior se suma la autorización dada por Arabia Saudita para que aviones comerciales israelíes puedan surcar por sus cielos, lo que significará por ejemplo, que el viaje desde Israel a la India se reduzca de 7 a 5 horas, con los consiguientes ahorros y el reforzamiento de los intercambios comerciales entre ambos países.

Pero las malas noticias para el pueblo Palestino no terminan allí. El día 8 de Septiembre el secretario ejecutivo de la OLP, Saeb Erekat reveló al periódico Al-Khaleej de Dubai, que la mayoría de los países Arabes han detenido el pago de sus compromisos con el presupuesto Palestino. Y mientras la Liga Arabe se acerca a Israel, el primer ministro de la ANP, Mohamed Ishtayeh anuncia que le presentará al presidente Mahmoud Abbas una recomendación para que reconsideré la permanencia de Palestina en dicha organización.

Todo parece indicar que el mapa del Medio Oriente está experimentando una profunda transformación fruto del pragmatismo asumido por los principales países Arabes, que reconocen el beneficio que significará para el conjunto del Medio Oriente un escenario de paz. Sin embargo, la Dirigencia Palestina, cada vez más aislada, se sigue montando en el tren equivocado, pero ahora, a diferencia del pasado, muchos de sus antiguos aliados no los acompañarán.

Una posible explicación a este comportamiento anacrónico es el comprobado nivel de corrupción que ha caracterizado a la dirigencia Palestina. Si bien este fenómeno está extendido globalmente entre las clases políticas, en el caso Palestino ha perdurado en el tiempo debido al carácter antidemocrático de sus instituciones y resulta especialmente dramático, pues ha mantenido al pueblo sumido por más de 70 años en una condición deplorable.

Para analizar este fenómeno he invitado a compartir este blog a mi primo Ramy Wurgaft Gold, un experto en el tema. Ramy es un destacado periodista internacional que se desempeñó por más de 15 años como corresponsal en Oriente Medio del diario El Mundo de España. En el cumplimiento de dicha tarea le tocó relacionarse con las más altas autoridades de Israel, Egipto, Jordania y Palestina, así como con la disidencia a las políticas oficiales. Ha sido corresponsal de dicho periódico en Sudamérica y hoy es periodista free lance. Comparte su residencia entre Valparaiso y Jerusalem. Los dejo con Ramy:

"Mi amigo Azam Taha festejaba el compromiso matrimonial de su hijo y para la ocasión había reservado varias mesas en Al Bustán, un restaurante de la ciudad Palestina de Nablus. Entre familiares y amigos, éramos más de 40 los invitados. Azam, olivero de la región, tuvo que hacer acrobacias para sufragar los gastos del almuerzo, sin contar que la futura boda conllevaría un desembolso mucho mayor. La cosecha de olivos de 2019 rindió la mitad de lo que se esperaba y para colmo, el Ministerio de Economía, había autorizado un alza en el precio de los insumos agrícolas. ""Un golpe en la mandíbula del aceitunero palestino. Ya estamos acostumbrados que nos traten así”, me dijo Azam.

A la hora de los postres se escuchó el sonido agudo de una sirena. Las mesas estaban emplazadas en el jardín, así es que pudimos ver a un sedán negro de la Mujabarat (Servicios Especiales), abriendo camino a una caravana de relucientes automóviles, todos de alta gama; El efecto de este espectáculo fue como si un nubarrón se hubiera posado sobre la concurrencia. De todas las expresiones que brotaron de los comensales - “mafiosos”, “corruptos”, "ladrones", una quedó resonando en mis oídos: "imaj shimam", "Que Dios borre sus nombres". Azam se disculpó por haber elegido un local en la calle Al Maslamani, por donde pasa la comitiva de Mahmud Abbás, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), cuando el gabinete se reúne en Nablus. Hace unos años, ningún palestino hubiera ventilado los trapos sucios de la política local delante de un forastero, por muy amigo que fuera. Pero el hartazgo con las así llamadas “elites doradas” ha llegado a tal extremo que la gente perdió el miedo a que algún agente encubierto -los hay por montones- esté grabando sus palabras. Y a que, acto seguido, una patrulla de la shurta falestinía (Policía Palestina), golpee de noche a su puerta. De acuerdo con una encuesta publicada el 23 de enero del 2020 por la "Palestinian Coalition for Accountability and Integrity", un 27% de los palestinos de Cisjordania, considera que la persistencia de la crisis económica como su mayor preocupación. El 26% se manifestó afligido –e indignado- por la corrupción atribuida al presidente y su entorno. Para sorpresa de los que tienen una visión estereotipada de Palestina y de su gente, la ocupación israelí sólo figura en el tercer lugar de la lista, con el 22% de los encuestados señalándola como el problema más acuciante. La Autoridad Nacional Palestina –llámese el gobierno palestino de Cisjordania- funciona como una cofradía secreta. Lo que se teje en los ministerios y en las oficinas públicas, rara vez trasciende al público. Sólo cuando estalla un pleito entre los altos cargos, se abre una grieta en el muro de secretismo y el ciudadano común puede enterarse de lo que ocurre en los cenáculos del poder. Por ejemplo, de cómo se maneja el Fondo Nacional Palestino (FNP), creado en 1964 para “sentar las bases económicas de un futuro estado independiente”, según estipula la Carta Magna de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Desde su creación, el fondo tuvo como patrocinadores a los estados árabes miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). De las donaciones que entonces administraba Yasser Arafat, salía el dinero para financiar las costosísimas operaciones de los brazos armados de la organización en Europa, como los secuestros de aviones que fueron la plaga de los años 70. Las meteóricas alzas en el precio de los hidrocarburos, derivadas de las sucesivas crisis energéticas de 1973 y de 1979, rebalsaron las arcas de los estados petrolíferos y de rebote, las bóvedas del FNP que llegó a acumular unos 30 mil millones de dólares, según los cálculos que hiciera en el 2007, Dorón Peskin, experto en economías de Oriente Medio. De acuerdo con un informe emitido en el año 2003 por "Karim Nashashibi", responsable del área Palestina del Fondo Monetario Internacional (FMI), Arafat desvió 897 millones de dólares de este Fondo a sus cuentas personales. Según el Centro de Comunicaciones Palestinas, desde la firma de los acuerdos de Oslo (septiembre de 1993) hasta finales del 2019, Estados Unidos - a través de la Agencia para los Refugiados Palestinos de la ONU (UNRWA) - la Unión Europea, Japón y otros países, le han transferido a la Autoridad Nacional Palestina, la suma de 8.4 mil millones de dólares, a lo que se agregan donaciones "por debajo de la mesa", provenientes de Iran y Turquía por cerca de 1.2 mil millones de dólares. Un caudal, digno de las "Mil y Una Noches" que ha sido manejado al arbitrio del difunto Arafat y más tarde de su sucesor Abbás. Nunca ha habido un organismo que fiscalizara seriamente la distribución del dinero destinado a los palestinos. "La Oficina de Lucha Contra la Corrupción (estatal) es tan real como las fachadas de cartón que se usaban en las películas de Hollywood”, dijo Bassam Eid, activista palestino de Derechos Humanos, a quien escribe estas líneas. Suma y sigue: en junio del 2020, el Centro Político de Comunicaciones Palestinas, con sede en Amán, difundió un video en el cual "Yaser J´adala", ex director de la Oficina Política del gobierno, acusaba a sus jefes de echar mano a los fondos fiscales. Concretamente, J´adala señaló que Mahmud Abbás, su secretaria privada "Intisar Abu Amara" y "Mahmud Salamah", vice-secretario del gabinete presidencial, han transferido decenas de miles de dólares a cuentas secretas en Jordania bajo nombres ficticios. El ministro de información, "Nabil Abu Rudeine", calificó las acusaciones como “fantasías propias de un lunático” y las adjudicó a que el empresario está resentido porque se le excluye de la toma de decisiones importantes. Pese al desmentido oficial y a la gravedad de las acusaciones, hasta ahora no se han presentado cargos formales contra Yaser J´adala. En un espectro histórico más amplio, el afán de los efendis (grandes terratenientes), de las castas militares y sacerdotales por mantener sus privilegios, explican la cruzada que lanzaron los países árabes para borrar del mapa a la "entidad Sionista" en 1948 y luego en 1967. La “causa palestina” era, en el mejor de los casos, la bandera que se enarbolaba para movilizar el fervor de las masas. En la charla magistral que dictó en octubre de 1996 en Jerusalén, el historiador británico "Bernard Lewis", señaló que el naciente estado judío, con su inventario de conceptos innovadores, como la elección de autoridades por sufragio universal, la igualdad de los individuos ante la ley, el derecho a la agrupación sindical y Dios nos libre (palabras textuales de Lewis) las libertades de la mujer, representaban un “cúmulo de herejías” que los monarcas conservadores y líderes populistas del mundo árabe de entonces, no estaban dispuestos a tolerar. “El miedo a que la epidemia modernista encarnada en Israel contagiará a sus súbditos, es el verdadero motivo por el cual los gobernantes árabes han tardado décadas en aceptar a Israel como miembro legítimo de Oriente Medio”, reflexionó Bernard Lewis." Las palabras de Ramy reflejan claramente la corrupción que corroe a la cúpula Palestina en el Medio Oriente (me consta que dejó mucha información en el tintero), la que debe considerarse como una variable clave la hora de examinar la conducta de la Dirigencia Palestina en estas horas cruciales para el Medio Oriente y para Palestina en particular. Dicha conducta está llevando a Palestina a separarse del mundo Arabe moderado, en tanto sus dirigentes la arrastran a fortalecer lazos con el estado terrorista de Iran, el gobierno genocida de Siria, Turquía, Venezuela, Nicaragua y Cuba, entre otros estados totalitarios. Lamentablemente los dirigentes Palestinos locales actúan indirectamente como cómplices de esta conducta al no denunciarla. Hago nuevamente un llamado a los dirigentes Palestinos locales para que no amparen a una dirigencia corrupta y promuevan un camino de solución al conflicto que tiene sumido al pueblo Palestino en la desesperanza. En este sentido, me sumo a lo expresado por " Karim Nashashibi, Yitzhak Gal y Bader Rock", ex representantes del FMI en Palestina e Israel, en su informe del año 2015 denominado "PALESTINIAN - ISRAELI ECONOMIC RELATIONS: TRADE AND ECONOMIC REGIME", redactado bajo el auspicio de la oficina del "Cuarteto para el Oriente Próximo", quienes llaman a concretar un pronto acuerdo entre las partes y se establezca un tratado de libre comercio entre Israel y Palestina que permita al pueblo Palestino beneficiarse de un mercado como el israelí, de 400 billones de dólares anuales y elevar así el nivel de vida de su población. Estoy seguro que el pueblo Palestino, en un escenario de paz y libertad, exhibirá el mismo empuje en todas las esferas de la sociedad que ha demostrado la Comunidad Palestina de Chile y en ese marco, a no dudar, el pueblo Judío y la sociedad Israelí seremos sus más comprometidos aliados. Por último, quiero agradecer a Ramy por su destacada colaboración y espero que me siga acompañando.

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