Noaj en tiempos de Pandemia
Por Rafael Talmi
Amables lectores:
¿Qué tiene que ver el diluvio universal de los tiempos de Noaj, con la pandemia de 2.020? ¿En que se parece el diluvio al covid-19? En nada. Una cosa es la gran inundación que inició el 17 de Jeshvan del año 1.656 del calendario hebreo, hace 4.124 años, y otra cosa es este virus asesino que está causando estragos en el mundo.
Pero a la luz de lo vivido por Noaj en aquellos tiempos, relatado en la porción semanal de la Toráh, hay algunas lecciones increíblemente de actualidad que nos sirven de reflexión. Veamos:
De la Toráh y del Zohar haKadosh aprendemos que la historia de Noaj es nuestra historia ante el peligro. El Diluvio universal fue un decreto de rigor del Cielo, fue la consecuencia, el tikún colectivo para toda la humanidad, porque la maldad del hombre rebosó la copa.
A Noaj se le asigna la tarea de construir un Arca de madera donde entran las inteligencias animales, de hacer cuerpo con el Arca y de fundirse con el Arca. La metáfora está en que la historia de Noaj en el Arca es la historia de como D-os se hospeda en nosotros. Cuando Noaj entra en el Arca, simboliza a D-os entrando en el cuerpo. Noaj entra en el Arca y la cierra. Y Noaj se ocultó en el Arca.
También la Toráh nos enseña que todo aquello que está oculto al ojo, se beneficia de las bendiciones del Cielo. D-os se oculta en el mundo de las bendiciones. Y que las cosas reveladas están sujetas al juicio y al mal de ojo; todo lugar descubierto es accesible al ángel acusador y este lo destruye.
Noaj no pudo entrar en el Arca hasta que D-os se lo permitió; no puedes invitar a tu casa a un malvado, porque tu casa es el Arca. Si entra, impurifica tu casa. Tu Arca también es tu cuerpo, y sólo puedes dejar entrar tu Alma Adicional, tu Neshamá Yeterá en Shabbat.
Noaj vio llegar al ángel de la Muerte y se metió en el Arca. Si el Diluvio duró 40 días con sus 40 noches, ¿por qué se quedó 12 meses dentro del Arca? Noaj sabía de la Ley del Cielo dice que el Ángel de la Muerte tiene que verte la cara para destruirte, y ese Ángel Destructor no te puede echar el mal de ojo más de 12 meses seguidos.
También sabía Noaj que está prohibido ponerse en peligro, porque el cuerpo y el alma no es tuyo. Somos custodios del cuerpo y del alma. Sabía que el rezo con intención - Tefiláh con Kavanáh y las Meditaciones de Nombres de D-os y Yijudím- le protegerían de toda circunstancia de dolor. Sabía perfectamente qué, si unimos espiritualidad y materia, todas las cóleras del Cielo se apaciguan.
Después de salir del Arca, Noaj se convierte en agricultor y planta una viña en la tierra. Es decir, plantó, trajo el SOD, los secretos y la Sabiduría del Cielo a este mundo nuevo.
Ahora bien, ¿cómo asimilamos estas enseñanzas del diluvio y qué hacer ante el peligro del covid-9?
Sabemos por ejemplo que una guerra es un tikún colectivo a una o varias naciones, igual que lo es una pandemia. El covid-9 es el tikún colectivo para toda la humanidad, es la consecuencia del rebose de la maldad del hombre actual. Es muy larga la lista de las transgresiones actuales, y sin caer en ningún extremismo religioso fundamentalista, a ojos vista el covid-9 es la ejecución de un decreto divino en respuesta a esta maldad mundial.
¿Y como protegernos?
El Arca es un cuerpo de madera del Árbol de la Vida. Por analogía, el Arca es tu casa, tu hogar. El Arca es tu cuerpo, permite que el Creador entre y se hospede en ti. El Arca es la imagen del Templo; has en tu corazón un Templo donde D-os guste hospedarse. El arca es el estudio de los Secretos profundos de la Toráh. El Arca es la Meditación Kabalística. Cuando Meditamos, es porque el Creador nos permitió entrar al Arca de Madera del Árbol de la Vida.
Si en la pandemia no me expongo, me oculto en mi Arca, el Ángel de la Muerte no me puede ver a la cara y no me puede destruir. Si me oculto del ojo del Ángel Destructor, me beneficio de las bendiciones del Cielo y ningún juicio ni mal de ojo me dañan.
Tengo prohibido exponerme al peligro, “dejarme ver la cara” del Ángel de la Muerte, luego siempre uso mascaras al salir y, por supuesto, cumplo lo más rigurosamente posible las normas de bioseguridad establecidas.
La Toráh nos da formidables herramientas para cambiar, dirigir nuestro destino a favor y para protegernos de toda circunstancia y dolor. Sabemos que lo lograremos con el rezo con intención - Tefiláh con Kavanáh, la Teshuvá, la Caridad - Tzedaká, el estudio de la Toráh, y de los Secretos del Cielo en el Zohar, y las Meditaciones de Nombres de D-os y sus combinaciones o Yijudim-.
Si la cuarentena en Colombia la iniciamos en marzo de 2.020, es decir, si sabemos que el Ángel Destructor inició su labor por estas tierras en ese mes, podemos concluir que al menos hasta marzo o abril de 2.021 no debemos salir del Arca. Luego analizaremos las nuevas circunstancias con que nos encontremos.
Esta pandemia traerá consigo algún tipo de despertar espiritual en la tierra. Al no haber cura ni vacuna alguna contra el covid-9, no ha quedado más remedio que mirar al Cielo. Y será la hora de imitar a Noaj; plantar una viña. Sacar a la luz los Secretos del Cielo para una humanidad ávida de la Sabiduría del Creador. Y ahí tenemos una enorme tarea por delante que podríamos estar empezando desde ahora.
Toráh, Bendita Toráh. Toráh vigente, Toráh presente en todo tiempo en la historia de la vida de la humanidad. Hoy, 3.332 años y medio después de haberla recibido, en el episodio de Noaj y del diluvio universal, nos enseña cómo defendernos del peligro de la pandemia del covid-19, y de crear conciencia de la importancia de que toda la humanidad sepa de su Creador y le conozca.
Shana Tová 5.781, y un abrazo con miles de bendiciones de HaKadosh Baruj Hu para todos.
Rafael Talmi
Presidente
Comunidad Etz HaJaim de Cúcuta
Excelente