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El órgano y la orquesta del Segundo Templo


Por Paul Heller

Londres, Junio 2021




“Las palabras pueden convertirse en ídolos. Concretan lo que no se puede concretar. Las ideas pueden intelectualizar la experiencia. La melodía es alma pura”. Rabino Reuven Hammer

Si bien las referencias a música aparecen en nuestras fuentes desde muy temprano ya en el libro de Génesis, voy a concentrarme en aquellas que nos refieren el uso de instrumentos en el Segundo Templo. Pero solo quiero mencionar unos ejemplos antes de abordar el tema.


La música de Israel era de la misma naturaleza que la música de las naciones vecinas y muchas referencias en la Biblia testificaron que Israel disfrutaba de la vida a través de la música, tanto vocal como instrumental, asociada también con la danza y el vino.


Éxodo 15: 20-21
(20) Y Miriam la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano; y todas las mujeres salieron tras ella con panderos y danzas. (21) Y Miriam les cantó: Cantad a Adonai, porque Dios es muy exaltado.

Samuel 1- 10: 5
(5) Después de eso, llegarás al monte de Dios, donde está la guarnición de los filisteos; y sucederá que cuando llegues a la ciudad, te encontrarás con un grupo de profetas que desciende del lugar con salterio, pandero, flauta y arpa; y estarán profetizando.

El ritmo jugó un papel importante, en su conjunto podemos decir que en sus formas la música era similar a la música árabe que todavía se usa en el Cercano Oriente, también aprendemos que la música de los griegos como muchas otras costumbres griegas por ejemplo; el Seder de Pesaj, se incluyeron en nuestras costumbres, volveré a esto.


En las fuentes bíblicas que se entrelazan con el Tabernáculo y en los sitios donde se ubicó Gilgal, Shilo, Gibeon y luego en el servicio del Templo en Jerusalén. Las fuentes en el Tanaj continúan abundantemente para contarnos sobre el uso de la música para la adoración, por ejemplo cuando el Rey David trajo el Arca a Jerusalem Samuel 2 6:5 y veamos por ejemplo el Salmo 150:





¡Aleluya! Alabad a Dios en su santuario; alabadle en el firmamento de su poder. Alabadle por sus hechos poderosos; alabadle conforme a la excelencia de su grandeza. Alabadle a son de trompeta; alabadle con salterio y arpa. Alabadle con pandero y danza; alabadle con cuerdas y flauta. Alabadle con címbalos resonantes; alabadle con címbalos de júbilo. ¡Todo lo que respira alabe a D-s! ¡Aleluya!

San Agustín observa que todas las facultades humanas se utilizan para producir música a partir de estos instrumentos: "El aliento se emplea para tocar la trompeta; los dedos se utilizan para tocar las cuerdas del salterio y el arpa; toda la mano se ejerce para tocar el pandero; los pies se mueven en la danza, etc. ".


En el versículo 6, según el Midrash, las palabras hebreas kol ha-neshamah, en hebreo: כל הנשמה, que literalmente significa "Todas las almas [alaben a Dios]", también se pueden vocalizar como kol ha-neshimah, [Alabado sea Dios] ".


El Midrash expone:" Por cada respiración que una persona tome, debe alabar a Dios".


El período del exilio en Babilonia 550 ADC. Después de la destrucción del Primer Templo es importante para el tema que nos ocupa por varias razones. El adaptarnos a nuevas formas como lo hacemos hoy, por falta del Templo entonces y hoy con restricciones, hemos tenido que dejar de reunirnos para rezar como soliamos. Y siempre nos adaptamos y encontramos formas de mantener nuestro minhag, la costumbre, hoy se llama Zoom en el exilio Babilónico se llamó Sinagoga.


Ezra y Nehemia o tal vez Mordejai inician una institución que ha sido la precursora de nuestra Sinagoga moderna. Podemos decir que los líderes judíos se oponían a las costumbres extranjeras que nos separaban de nuestra creencia, como p. ej. La negativa de Mordejai a inclinarse ante Amán. O los hermanos macabeos luchando contra los griegos, gran parte de esto está bien documentado y ustedes lo conocen bien.


Volvamos a nuestro tema. El Salmo 92 nos da más luces sobre los instrumentos usados en el Templo, noten aquí que es el Salmo del día sábado, por lo que vislumbramos que en la época del Templo era permitido el uso de instrumentos en Shabbat.




Salmo 92. Cántico para el día de reposo.
Bueno es dar gracias a D-s y cantar alabanzas a tu nombre, oh Altísimo; anunciar por la mañana tu misericordia, y tu fidelidad por las noches,con la lira de diez cuerdas y con el salterio, en tono suave con el arpa. Por cuanto me has alegrado, oh D-s, con tus obras; por las obras de tus manos cantaré de gozo.

Las Fuentes bíblicas: aunque no son demasiado informativas, son suficientemente reveladoras en cuanto a la forma de servicio en el primer Templo. Este estaba principalmente a cargo del Sacerdote. Ofrecía sacrificios (los detalles minuciosos de esta función se relacionan en Levítico), bendeciría a las personas, (lo que hacemos todavía) y en el Día de la Expiación confesaría sus pecados, los de su casa y los de todo Israel.


Los Levitas cantaban Salmos apropiados y se escuchaba una orquesta de instrumentos variados, como arpas, shofar, trompetas, flautas y címbalos. El número mínimo de instrumentos empleados en el servicio del templo, así como de levitas cantantes, fue doce. Mishnah Arachin II.


El núcleo de nuestras oraciones, como la Bendición de la Geulah, redención, la Avodá, ciertas bendiciones y los Diez Mandamientos, ya se usaban en el Servicio del Primer Templo. (A.Z. Idelsohn, Liturgia judía "', Cap. I).


Después de su regreso del exilio en Babilonia (458 AEC.), Ezra reinstituyó el Servicio en el Segundo Templo. De este Servicio, los registros son más abundantes. Aquí las recitaciones sacerdotales incluían el Ahavah Rabah, Bendiciones de la Amidah, Sim Shalom, el Hallel. etc .. (Estos pueden ser encontrados en los Libros de Oración).

La parte musical del Servicio fue anunciada por el sonido del organo de tubos. El sonido de la trompeta fue seguido por los sonidos del címbalo, todo esto sirviendo como preludio para el Salmo del día y partes del Pentateuco cantadas por los Levitas. Estos últimos, por cierto, eran escogidos por su vocación y eran músicos entrenados que entre las edades de 25 y 30, recibieron instrucción vocal y musical y estuvieron en servicio activo hasta los 50 años.


Para agregar dulzura melódica al Servicio, el coro se amplió con las voces de los niños pequeños. Al final de cada frase musical, los sacerdotes tocaban las trompetas y los presentes se postraban. El Servicio en el Segundo Templo se democratizó en la medida en que la gente participó en el canto de estribillos; tales como Amén, Aleluya, Hoshanah, Aneinu, y en el canto de respuesta de ciertos Salmos.


En su forma convencional, un organo es básicamente un conjunto de tubos activados por aire comprimido, bajo el control de un teclado. Se cree que se inventó en la Alejandría helenística a principios del siglo II AEC., y se llamó hydraulos (ύδρανλός) organo de agua u organo hidráulico, ya que el aire se comprimía mediante un mecanismo de presión de agua. Durante los primeros siglos de nuestra era, este mecanismo fue reemplazado por fuelles, pero se mantuvo el nombre hydraulos o hydraulis. El instrumento se difundió por los imperios romano y bizantino como un acompañamiento eficaz de juegos y ceremonias en el circo y en la corte. La influencia bizantina llevó el organo tanto a la corte persa como a Europa en los siglos VIII o IX.


Fue el hydraulos, con su multiplicidad de sonidos y asombroso volumen, lo que dio lugar a la identificación talmúdica tardía de la magrefah como un organo que se suponía que se había utilizado en el Segundo Templo. El desarrollo de la leyenda, que se puede indagar fácilmente. La Mishná (Tam. 2: 1; 3: 8 y 5: 6) declara que una magrefah (rastrillo) estaba entre los implementos usados ​​para limpiar el altar en la mañana antes del nuevo sacrificio diario; y que el ruido de ser arrojado al suelo era una de varias "señales de ruido" que los sacerdotes usaban para asegurar el buen desarrollo de la ceremonia (cf. La Carta de Aristeas 92; 94-96). Una hipérbole afirma que todos estos ruidos eran audibles "hasta Jericó" (Tamid. 3: 8). La equiparación de magrefah con el hydraulus debe haber ocurrido en la época de la Tosefta (suplemento a la ley oral) del siglo II, ya que Tosefta Arakhin 1: 13-14 cita a R. Simeon b. Gamaliel dijo: "No había hydraulis [הדראוליס] en el Templo ya que confunde la voz y estropea la melodía". El Talmud de Jerusalén (Suk. 5: 6, 55c – d) cita a R. Simeon b. Gamaliel, y luego pasa a identificar el ugav bíblico con el ardablis, y afirma que la magrefah tenía diez agujeros (o tubos) que emitían cada uno cien tonos, o cien agujeros (o tubos) que emitían diez tonos cada uno. Finalmente, en Arakhin 10b la identificación magrefah-hydraulis aparece como una declaración categórica (ver copia de la pagina del Talmud ,segunda y tercera linea). De ahora en adelante la identificación de magrefah con organo permaneció prácticamente incuestionada por la mayoría de los comentaristas y musicólogos, aunque existe la exégesis-compromiso de Rashi a Arakhin 10b: "pero parece que hubo dos magrefot, uno para [rastrillar] los restos del altar y otro para cantar /música."



De manera tan notable, incluso la “Enciclopedia judía” de 1911 declaró: “El organo del templo muy probablemente era la“ magrefa ”mencionada en el Talmud como uno de los instrumentos del santuario. Samuel lo describe como que consta de diez tubos, cada uno de los cuales tiene diez orificios; así se pudo obtener un total de 100 tonos ".


Y yo creo que un rastrillo de alrededor de 70 cm no podía caer al suelo dar más de un tono y ser escuchado en Jericó.


Valga la pena mencionar aquí, que los Padres de la temprana Iglesia prohibieron el uso de instrumentos en sus servicios porque era una costumbre Hebrea.


Obviamente, esto es lo que han mantenido los reformadores del servicio de la Sinagoga en los siglos XIX y XX. Entonces, el argumento era que si incluso en el Templo sagrado era práctica tocar un organo, entonces, por supuesto, puede que no haya razón para rechazar el organo como un instrumento extraño y atípico.


Si bien la ley judía permaneció inmutable a excepción de la reforma en la re-introducción de instrumentos en los servicios de la Sinagoga, conservando que el duelo por la perdida del Templo y la excusa de no tener un tribunal para juzgar a aquel que repare un instrumento en Shabbat, no permiten el uso de estos, y yo pienso que más aun que apoyarse en estas leyes del Shuljan Aruj, la neo-ortodoxia del siglo XIX se opuso a todo cambio que la reforma proponía, para poder sustentar su plataforma, falta ver si eso es suficiente razón. Esto es equiparable a las muy estrictas medidas y por encima de la ley (jumrot), establecidas por los rabinos en los primeros siglos de la era común para poder sostener nuestra fe en contra de la nueva religión que surgió de nuestro propio foro y fue muy laxa en sus nuevas interpretaciones.


Lo que nadie puede discutir es la importancia que juega la música y los instrumentos en el servicio del segundo Templo.

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