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Esta querida Valija: Retrospectiva tras siete meses de publicaciones y conferencias

Actualizado: 18 nov 2020

El 14 de noviembre fueron siete meses de haber lanzado este proyecto al aire; les comparto algunos pensamientos.


De niño fui muy juicioso, buen alumno, convencido de los estamentos. Pero ya para terminar bachillerato empecé a rebelarme contra la normativa y contra algunos profesores. Más tarde, la vida me dió par patadas en el derrier y el cisma con la institucionalidad se hizo mayor. Finalmente, perdí el miedo, empecé a sentirme más libre y hacer sentido de lo que razón me dictaba. Pasé a un campo que considero más de centro, con ligeros y ocasionales movimientos pendulares hacia cada lado. Así fue como comencé a escribir algunos artículos hace cosa de diez años, para tratar temas tabú o para analizar otros más comunes, pero desde posiciones poco convencionales. Me dio por escribir sobre mis viajes, acerca de mujeres, negros, gays, palestinos, conversos, herejes y critiqué ciertas políticas israelíes. Me gané algunos madrazos, pero el balance resultó ser surpemamente positivo.


Interesante me fue ver cómo al principio, al abordar a algunos amigos para motivarlos a escribir un artículo, los de derecha manifestaron sus dudas pues sentían que tanto el blog como yo éramos muy izquierdosos. Pero los amigos izquierdosos también manifestaron inicialmente su recelo porque para ellos, tanto el blog como el suscrito éramos muy godos

Con esa inspiración fue que hace siete años abracé con enorme gusto el proyecto de Limmud que le ha dado voz a cientos de personas quienes han podido contarnos sus historias y pasiones, y quienes, en muchos casos, hasta ese momento no habían encontrado un auditorio que los recibiera. Limmud le ha dado voz a cuanta institución comunitaria haya deseado participar y ha servido para aterrizar varios temas antes relegados o incluso prohibidos. Este año Limmud realizó su quinta exitosa versión con más de 300 asistentes. Pero una semana despues llegó la pandemia y nos cuarentenó a todos. Entre otras, como hotelero, decidí seguir abierto -como poquísimos hoteles lo hicieron durante seis meses-, en buena medida, para mantenerme mentalmente ocupado. Así también fue que surgió esta Valija de Apocrifos, en ese preciso momento de mi vida, para recuperar el material que había escrito a través de los años. Así como escribir me llevó a Limmud, ahora Limmud me regresó a los escritos bajo el modelo de blog.


Confío que, como ha sido en Limmud, a hoy quede claro que este espacio no es partidista y que precisamente quiere atraer a todo aquel que quiera compartir u opinarnos con inteligencia desde su particular punto de vista. La Valija no pretende ser reflejo de mis posiciones.

Se fue un domingo entero exclusivamente dedicado a bautizar al portal, tarea bien charladita en familia. Dediqué varios días a concebir el diseño del blog, dividirlo en secciones temáticas e ilustrarlo. Habiendo sido floricultor tantos años, lo mio nunca fue la tecnología, así que este proyecto se convirtió en un nuevo reto: diseñar páginas, editar, publicar, ilustrar, pautar, subir al portal o a youtube. Recuperé cerca de 180 artículos que lentamente he comenzado a republicar y poco a poco me he sentado a escribir algunos nuevos. Eventualmente, invité a un amigo a que nos compartiera una nota. Ese primer éxito se tradujo en ya treinta personas que han contribuido una o varias veces con La Valija. El siguiente paso obvio fue abrazar el mundo de ZOOM donde a hoy también con éxito se han realizado unas quince conferencias.


Interesante me fue ver cómo al principio, al abordar a algunos amigos para motivarlos a escribir un artículo, los de derecha manifestaron sus dudas pues sentían que tanto el blog como yo éramos muy izquierdosos. Pero los amigos izquierdosos también manifestaron inicialmente su recelo porque para ellos, tanto el blog como el suscrito éramos muy godos. Confío que, como ha sido en Limmud, a hoy quede claro que este espacio no es partidista y que precisamente quiere atraer a todo aquel deseoso de compartir historias u opinarnos con inteligencia desde su particular punto de vista. La Valija no pretende ser reflejo de mis puntos de vista. Para el caso, mis posiciones como las de muchos tienden a cambiar con el tiempo. La Valija quiere mantener un nivel serio y elegante pero mal haría evitar querer ofender. Soy un convencido que para tratar temas con moderada profundidad y seriedad, es importante arriesgar no quedar bien con todos. Esa es la virtud de un apócrifo, aquel que no es querido, aceptado, publicado o canonizado. La Valija está para servirle tanto a los que se ubican en la media de las posiciones sociales, políticas, culturas o económicas, como para aquellos que están a más de dos desviaciones standard del promedio.


Me ha sido terapéutico el ejercicio. Ha servido enormemente para llevar estos meses amablemente. También veo que ha sido bien recibido por más de mil doscientos suscriptores y amigos. Personalmente, me fascina lo diverso y original de los temas y el perfil de los seguidores. Los comentarios positivos son francamente acogedores y los agradezco inmensamente. Hoy tengo amigos que no he tenido el placer de conocer, pero sé que son fieles seguidores y multiplicadores de La Valija.


A esa persona quien, literlamente, me acusó de cercenarle su derecho a la libre expresión argumentando con sendas pastorales que lo que él necesita es poder usar whatsapp para enviar sus tradicionales mensajes de shabat shalom (ya que no le bastó poder contar con Limmud, con un blog y con un grupo de facebook y con multiples invitaciones a escribir en La Valija), le reitero que siempre será bienvenido a participar de este proyecto, que si algo ha logrado es precisamente elevar el derecho a la libre expresión. Ojalá algún día él caiga en cuenta que es él quien limita su capacidad de expresión al no tener facebook o ganas de entrar al blog via google. Fácil.


¿Qué pasará cuando termine la pandemia? No tengo idea. Hoy completamos 150 publicaciones originales, incluyendo 19 videos o podcasts, y entre el tintero quedan esperando turno aún más de 130. A este ritmo, seguramente hay material para llegar hasta mediados del 2021 sin tener que producir un solo texto más. Charlas hay programadas hasta el primer lunes de 2021 para completar casi la veintena de zooms. Ojalá muchos sigan animándose a participar y contribuir con sus notas o charlas para que esto no sea apenas golondrina de un año. Bienvenidos a convertirse en escritores regulares (semanales, quincenales, mensuales...). No tengo idea qué pueda pasar con Limmud a futuro, especialmente ahora en mundo de ZOOM y con tantos miedos. Dudo que sea factible realizar la sexta versión de Limmud en el tradicional mes de febrero de años pasados. ¿Quizás para el segundo semestre? Y si no, pues sea este blog el medio para seguir con la hermosa filosofía de ese gran evento. Me reconforta ver que los artículos publicados tengan acogida y que al igual que las conferencia -en vivo y diferido- bien pueden llegar a 200 visitas, lo cual, para standards de nuestro microcosmos, es muy positivo.


Para concluir, tambien es agradable ver que ustedes, los más de 1200 seguidores registrados, estén distribuidos casi que por igual entre géneros; la mayoria tiene entre 35 y 55 años, los hay en edad de colegio y Beit Avot; apenas un 60% está en Colombia y que el otro 40% esté en 40 países. Me gusta que, a ojímetro, un 20% o más ni sean miembros de comunidades judías; que los números crezcan cada semana, sin excepción. A todos ustedes amigos lectores, les dejo la tarea de compartir los artículos con sus amigos, que bajen el app, que recomienden el grupo de facebook a sus allegados y que se envalentonen a escribir. En este atípico 2020, la solidez de nuestra comunidad ha probado una vez más ser una gran virtud. Estar conectados, acompañándonos dentro de las circunstancias ha sido fundamental para hacer más amable estos meses.


A todos ustedes queridos amigos de Valija de Apócrifos, muchas gracias por ser parte de este proyecto.


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