Los Jayalim del Asado
- Jack Goldstein
- 7 may
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Por Marlene Manevich
Estas lágrimas que también son un poco de alegría se las dedico a mi hija Yael que también ha sido voluntaria en los asados en el día de su cumpleaños. 🩷
Desde que comenzó la guerra he escuchado sobre Los Jaialim del Asado y he visto varios videos en que los soldados agradecen por ese delicioso asado que tienen la oportunidad de disfrutar, en medio de sus arduas batallas. Le comenté a Reuven, mi esposo, que había una charla sobre Los Jaialim del Asado y le gustó la idea. Lo único que empañaba su emoción de ir, era que había una persistente lluvia y me comentó que cómo harían el asado con ese clima. A él siempre le han gustado los asados y en nuestra casa en Bogotá, siempre había un buen motivo para un asado. No pude menos que sonreír y contarle que era una charla sobre el proyecto que crearon los organizadores de esos grandes asados que hacen en las bases militares. Ahhhh fue su respuesta un poco sorprendido. Tenía razón, pues es un tema un poco extraño para dar una charla, pero no era una charla sobre la calidad del asado, ni sobre los ingredientes, era una amena charla sobre esta organización que se creó por la iniciativa de un grupo de amigos, que querían apoyar al ejército con una donación un poco más emotiva que medias, bufandas y/o galletas para apoyar a los soldados que estaban poniendo el pecho por la defensa de Israel. Había un padre que tenía un hijo en el ejército al que no había podido ver desde tiempo atrás y no sabía cómo poder verlo, hasta que se le ocurrió decirle a su hijo que le pidiera permiso a su comandante para hacerle un asado a él y a sus compañeros, comida para el alma para todos. La idea hizo click y fue así como decidieron llevarle a su hijo y a sus amigos, no sólo un delicioso asado, sino la alegría de compartir un rato con ellos y brindarles un espacio de esparcimiento, entre metralletas, tanques y misiles, acompañado de buena música.
Hubo otro padre en las mismas circunstancias que dijo:”yo también quiero” y también le llevó un asado a su hijo a la base y fue así como nació esta idea que los ha acompañado y deleitado durante este tiempo de guerra y que seguramente va a seguir acompañando a las FDI, Fuerzas de Defensa de Israel, en épocas de la tan anhelada paz.
La primera vez compraron entre todos 100 kilos de carne, unas cuantas parrillas y reunieron varios voluntarios que se animaron a desarrollar esta idea. Se acabó la carne, atendieron a muchos jaialim y todos quedaron satisfechos, pero con ganas de más. Y así fue como nació esta gran idea que hasta el día de hoy ha realizado 450 asados para 45.000 soldados (jaialim), con una participación de 1.000 colaboradores entre voluntarios y donantes. El comentario de unos soldados a otros hizo explosión y empezaron a llamar de las distintas bases solicitando asados y así fue como llegaron a cubrir todas las bases militares del país. Inicialmente tuvieron la ayuda de un rabino, quien les brindó el apoyo de utilizar su plataforma para la difusión del proyecto, con la única condición de que la carne fuera el máximo grado de kashrut. Y así lo han hecho, llegando también a los soldados religiosos, que aunque no todos están dispuestos a prestan el servicio militar, si hay varios que lo hacen con orgullo y lo han agradecido, expresándoles que gracias a ellos pudieron saborear una deliciosa comida, después de estar comiendo atún por más de 3 semanas consecutivas.
Fue una charla muy emotiva. Tengo que manifestar que fue más emocionante que degustar un exquisito pedazo de carne en un asado. Cuando Ariel, quien amablemente nos compartió estas anécdotas de vida en la Olei de Modiin, llevaba un buen rato hablando, su pequeño hijo interrumpió la charla y dijo, “papi puedo decir algo? “. Ariel interrumpió sorprendido y le dijo, dime. El hijo se levantó y delante de toda la audiencia le pidió permiso para darle un abrazo. Fue un acto de amor demasiado emotivo, que nos sacó las lágrimas a varios de los asistentes. No sólo Ariel está involucrado, sino su familia y la familia de sus compañeros de este gran equipo que conforman y que llevan puestas orgullosamente las camisetas y delantales con el logo de esta gran organización sin ánimo de lucro. No sólo les dan el calor que emanan las parrillas, sino que les brindan calor humano. Tienen un líder que organiza a todo el equipo y cada uno cumple una función determinada. El proveedor de carne también pone su granito de arena, colaborando con un buen descuento (anajá).
Esta idea que nació pequeña ha crecido y se ha convertido en una ONG, gracias a la colaboración de un grupo de soñadores y a tantas donaciones que han recibido de muchos países, involucrándose de alguna manera en este gran proyecto que ha abarcado desde Eilat hasta el monte Hermón. Felicitaciones Kol hakavod (Todos los honores).P.D: esto no es una campaña publicitaria, es algo que me tocó el corazón y quise contarle al mundo de esta original y gran obra, así que por si acaso dejo los datos para colaborar desde la comodidad de nuestras casas.
compañía@jaialimdelasado Instagram
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