Y sigue la guerra

Por Marlene Manevich
A más de un año de la masacre perpetrada por Hamás, ese amanecer del 7 de octubre que debía ser un Shabat apacible para los habitantes de los kibbutzim cercanos a la franja de Gaza, y terminando un agradable concierto para los que estaban en el festival musical de Nova, se convirtió en un día negro que desembocó en esta absurda guerra que se ha llevado demasiados soldados jóvenes, padres de familia, gente mayor, niños, una tragedia por donde se le mire. Ellos también han perdido muchos de sus “valiosos” terroristas y dirigentes de su causa maldita.
Pero ellos en vez de llorar a sus muertos siguen disparando y atacando. Su estilo es destruir, no construir.
Lo más sorprendente es que hay gente aparentemente culta que utiliza las redes para emitir juicios sin conocimiento de causa; miran las cosas desde la respuesta. Una respuesta contundente que dio Israel a semejante ataque tan traicionero. Pero ven la historia a medias. Sólo juzgan por la respuesta y no miran el ataque tan salvaje que ellos perpetraron a la gente pacífica, que tanto les ayudó en algún momento de sus vidas, dándoles trabajo, educación, salud y acogiéndolos en los kibutzim como su gente de confianza. Los que trabajaban allí se convirtieron en informantes para que los terroristas pudieran hacer su trabajo. Esos Facebookeros o Twiteros no quieren ver el primer día, en que arrastraron por el piso a mujeres y las violaron infinidad de veces, les arrancaron los senos y jugaron heroicamente como si fueran pelotas de fútbol. Sacaron bebés del viente materno, no propiamente para darles vida, sino para matar con el mayor sufrimiento a la madre y al hijo. Asaron niños en hornos como si fueran pollos y cometieron otra serie de barbaries que no soy capaz de mencionar porque se me revuelve el estómago. A ellos no se les revuelve. Por el contrario, sienten que cumplieron con su misión y son ovacionados por sus dirigentes, por sus familias y por sus seguidores en las redes. Se encargaron de que los niños vieran morir a sus padres para ocasionar más sufrimiento y también a la inversa. El grado de sadismo sobrepasa todas los límites.
Para esos facebookeros, la historia del 7 de octubre empieza cuando Israel respondió con fuerza para contraatacar y mirado desde ese punto de vista, se ve otra óptica del asunto. Parecería que Israel atacó a esos “indefensos” palestinos que vivían aparentemente tranquilos en una ciudad subterránea, sirviendo como escudos humanos a la causa de Hamás. Hay que leer bien la historia, pues depende de quien la escriba, cambia la verdad. Ojalá en el futuro, cuando las siguientes generaciones aprendan de los hechos históricos puedan discernir cuál es la parte verdadera y no tener ese odio infundado sin ninguna razón aparente. Que no suceda como con el Primer Holocausto, porque este es el Segundo, que tantos ignorantes y faltos de sentido común, se atreven a negar como un hecho histórico y fatídico lo que ocurrió.
Para rematar, con la entrega de secuestrados han implantado una celebración y los suben a un podio obligándolos a decir lo que ellos quieren que el mundo escuche y los exponen como trofeos. Parecerían los ganadores de un campeonato o un desfile de reinas en el concurso de belleza. Cómo pueden humillar a personas que fueron sometidas a toda clase de vejámenes en esa forma. Normalmente a los secuestrados los cuidan para que aguanten y poder pedir rescate, pero en este caso los hicieron aguantar hambre y los están entregando en un estado grave de desnutrición. Nada parecido a la alimentación que reciben sus coterráneos en las cárceles israelíes. Creo que ni el mismo Mahoma con todo lo malo que era, estaría de acuerdo con estas prácticas. Y la gente se pone del lado de esos palestinos que apoyan a Hamás y que se convierten en cómplices de ese grupo terrorista. Los que no están de acuerdo que es una minoría, se tienen que aguantar y permanecer callados para que no los maten. A veces protestan, pero se llevan su merecido. ¿Será que en algún momento ese mundo cómplice entenderá la verdadera versión de la historia y dejará de condenar injustamente al pueblo de Israel?
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