El judío errante
Por Marlene Manevich
Después del Holocausto, los judíos se dispersaron por el mundo, pidiendo a gritos que se les respetara la vida. Se asentaron en diferentes países que les abrieron sus puertas para que comenzaran de nuevo sus vidas. Una vida sin persecuciones, pero con traumas que derivaron de ser perseguidos y torturados. Sintieron la muerte cerca. Vieron morir a familiares y se escondieron para salvarse. Algunos empezaron a hablar para contar los horrores del pasado. Otros guardaron silencio por muchos años, hasta que después de mucho tiempo lograron hablar, contar, desahogarse y hasta perdonar.
En 1948 ocurrió el milagro de la creación del Estado de Israel. En ese momento era un sueño hecho realidad. No fue fácil posicionarse en ese pedazo de tierra que algunos llaman Palestina y que ahora se conoce como Israel. Hubo que batallar por la independencia en el 48. Después vino la guerra del Sinaí en 1.956, la de los seis días, que fue como un milagro, por la rapidez con que se derrotó a los múltiples enemigos, la guerra de Yom Kipur, después vino la intifada y otras guerras que se conocen más como operaciones militares. En medio de bajas y tiroteos, Israel logró cumplir sus 75 años de independencia. Ha sido un reto, pues no es fácil sobrevivir cuando hay enemigos asediando por todo lado. Desde el 7 de octubre del 2023, nos hemos visto sumidos en esta larga guerra, que ha sido un gran desgaste para el pueblo judío y que desgraciadamente nos ha llevado nuevamente a ser el pueblo condenado y perseguido.
Los judíos tenemos la esperanza de que esta tragedia humana va a terminar en algún momento y podamos volver a disfrutar de la paz.
Esta vez, por unos ignorantes que solo saben torturar disparar, unos seres sin sentimientos, que recuerdan el Holocausto, cuando Hitler, buscando la perfección de la raza aria, intentó exterminar a los judíos, a los gitanos y a los homosexuales. Hoy se repite este triste y absurdo capítulo, en una época llena de información, pero cargada de resentimiento y envidia. Un grupo islamista radical, que pretende borrar al pueblo judío de la faz de la tierra y nadie dice nada, o mejor si dicen, pero en contra de los judíos y de Israel. Anteriormente el mundo calló, ahora hablan, pero para atacar y apoyar a ese grupo fundamentalista que se quiere tomar el mundo.
Es extraño que gente de cierta cultura, se quiera tapar los ojos y ver a través de un lente que muestra una visión errónea de la historia y de los sucesos actuales. ¿No se dan cuenta que el Islam se está tomando el mundo? Basta echar una mirada a lo que está sucediendo en Europa, para darse cuenta de esa peligrosa realidad.
Por eso Israel lucha, porque no puede permitir que el mundo enceguecido por la envidia, logre su cometido y quiera hacer una limpieza étnica como la de Hitler. La diáspora, donde habitan muchos judíos que sobrevivieron a la horda nazi y se establecieron con sus familias, tampoco lo va a permitir y mucho menos que desaparezca el Estado de Israel, por el que tanto hemos luchado.
Los judíos también han sido una minoría, pero nadie los defiende porque es una minoría fuerte que se ha consolidado en cada lugar adonde ha llegado a establecerse. Han dado el ejemplo y han ayudado al desarrollo de los lugares donde viven. Es más fácil apoyar a las minorías desprotegidas, incultas, pero no se detienen a pensar por qué no han progresado.
Los judíos tenemos la esperanza de que esta tragedia humana va a terminar en algún momento y podamos volver a disfrutar de la paz. Ojalá ya no esté Hamás y se pueda negociar con unos representantes más civilizados que acepten que pueden haber dos estados y que no necesariamente hay que exterminar a un pueblo. Es extraño, siendo ellos tan creyentes, que no entiendan que ningún humano tiene derecho a exterminar a otro pueblo. Estamos en este mundo para respetarnos y aceptar las diferencias, no para matar al que no nos guste. La vida es un regalo divino y no podemos disponer de ella en esta forma tan salvaje. Hasta para los ateos, es sagrada pues no importa si viene de D’s o por la teoría de la evolución, pero igual es un regalo que hay que cuidar
Am Israel Hai
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